Las pieles grasas se caracterizan por presentar brillos y poros abiertos, grandes y dilatados; es propensa a tener granos y puntos negros, su textura es grasa y en ocasiones puede conllevar problemas severos de acné, casos en los que es siempre necesario acudir a un dermatólogo que nos ayude a entontrar la soluciones más adecuadas para tratar estas pieles tan reactivas.
ALGUNOS TIPS PARA CUIDAR LA PIEL GRASA
Limpieza adecuada y rigurosa.
Evitar tocarse la cara.
Tener una toalla específica para la cara y cambiarla a diario.
Cambiar muy a menudo la funda de la almohada.
Utilizar bases de maquillaje específicas para pieles grasas.
Tener la piel grasa no implica renunciar a utilizar una crema facial, es más, es necesaria para evitar que la piel además se deshidrate (no es lo mismo grasa que agua). Eso sí, hay que dar con la crema adecuada, ¡la información es poder!
Una piel grasa suele implicar tener los poros dilatados, ya que este tipo de pieles se caracterizan por tener una glándula sebácea muy activa, que afecta al tamaño del poro, que a su vez se dilata cada vez más por el exceso de grasa. Es un círculo vicioso. Esta actividad excesiva de las glándulas sebáceas puede estar derivada de desequilibrios hormonales, estrés, falta de sueño, contaminación… Además el poro se hace más grande, y empeora si se da flacidez cutánea producida por la edad, lo que hace aún más necesario llevar un tratamiento adecuado.
Siempre se ha trabajado en investigaciones donde se observaba que la actividad de los sebocitos eran reguladas por la presencia de andrógenos, pero los últimos avances científicos demuestran que en realidad en esta actividad están implicados múltiples procesos, moléculas y rutas de gran complejidad que aún no son del todo conocidas, por lo que se siguen buscando nuevas vías de investigación en el tratamiento de este tipo de pieles, una de las últimas ha demostrado un nuevo mecanismo involucrado en la función de los sebocitos donde la sobreexpresión de la enzima aminopeptidasa juega un papel fundamental en la producción excesiva de sebo.
En Yerbas Vivas hemos buscado en la naturaleza una planta que pueda comportarse cómo inhibidora de estas enzimas aminopeptidasas para incorporar a nuestra crema facial para pieles grasas, ¡y la hemos encontrado! Se trata de la barosma betulina, una planta medicinal muy valiosa de origen sudafricano, que consigue que los signos de una piel grasa mejoren: los poros se reducen y se disminuye la dilatación, los brillos se difuminan, y el aspecto y el tacto de la piel mejoran notablemente. Nuestra crema también contiene flores de loto sagrado y loto egipto para una piel radiante y sin brillos; aloe vera que calma y repara la piel, extracto de pepino que refresca y descongestiona, y aceite de jojoba, de tacto seca que tiene propiedades protectoras, reparadoras y antioxidantes. ¡Es una crema súper completa! Y es que la naturaleza pone en nuestras manos ingredientes que nos permiten formular productos para cuidar de tu piel y de ti.
Yerbas Vivas, volvamos a las raíces.